Una sentida despedida dio el pueblo del Cesar y sus dirigentes al líder político, exgobernador, excongresista, exembajador y exministro José Antonio Murgas Aponte, quien falleció a los 94 años de edad por quebrantos de salud. Su cuerpo permaneció en cámara ardiente en el auditorio de la Biblioteca Rafael Carrillo Lúquez, donde este sábado, 25 de mayo, fue exaltada por la institucionalidad su vida y aporte a la creación y desarrollo del departamento.
A través de un Decreto, que fue entregado en nota de estilo a sus familiares, la Gobernación del Cesar destacó al exgobernador José Antonio Murgas Aponte como uno de los líderes más representativos del departamento, proponiendo que su nombre sea reconocido por las actuales y futuras generaciones como ejemplo de compromiso, diligencia y eficiencia.
“A José Antonio Murgas, sin duda, tenemos que agradecerle eternamente la ocurrencia noble y valiente que terminó con la creación de un territorio autónomo que hoy gracias a su música, a su cultura, a su riqueza natural y sus grandes hombres, como él precisamente, no solo tiene identidad propia el Cesar, sino el reconocimiento de toda una nación, como una región próspera y encantadora”, sostuvo la gobernadora Elvia Milena Sanjuan.
Señaló también que “gracias a su gesta emancipadora y a los importantes cargos que ocupó, en los que se desenvolvió con soltura, eficiencia y honestidad, si algo tuvo este gran hombre que vale la pena subrayarlo, fue eso, su capacidad de trabajo, su entrega y sobre todo su rectitud, esa condición de persona proba que al final de su vida termina siendo uno de los bonitos trazos de su personalidad”.
Así como la Gobernación del Cesar, la Asamblea Departamental, los congresistas José Alfredo Genecco y José Eliécer Salazar, la Universidad Popular del Cesar, Alcaldía de San Diego y la Alcaldía de Valledupar, entregaron a los familiares de José Antonio Murgas Aponte notas de estilo y de condolencias resaltando la importancia de este dirigente en la creación e impulso del departamento.
El alcalde de Valledupar, Ernesto Orozco, afirmó que “en cada rol, José Antonio Murgas Aponte llevó consigo la determinación y el compromiso de mejorar la vida de sus conciudadanos, al recordarlo fue un hombre que le impregnó el espíritu inquebrantable de lucha y de amor a esta región que él ayudó a forjar; ahora queda venerar sus enseñanzas; su legado inspirador ayudará a las nuevas generaciones a soñar con valentía y a trabajar con determinación por Valledupar y el Cesar, a nombre de todos los vallenatos y cesarenses agradecerle por todo lo que hizo por nuestra tierra que hoy extraña a su padre fundador”.
Fue precisamente José Antonio Murgas, quien, en la Cámara Representantes presentó el proyecto que se convirtió en Ley 25 de junio de 1967, sancionada por el entonces presidente Carlos Lleras Restrepo, que dio vida al departamento del Cesar. José Antonio Murgas fue gobernador del Cesar entre 1970 y 1971, designado por el presidente Misael Pastrana Borrero, además fue ministro de Trabajo, congresista, embajador de Colombia ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y rector de la Universidad Popular del Cesar.
Amigos, familiares y dirigentes políticos lamentaron el fallecimiento del considerado ‘Padre del Departamento’. “Hablar de José Antonio Murgas es hablar del pasado, del presente y de lo que de él se va a seguir hablando, porque era un hombre con un sentido de arraigo, de pertenencia, de compromiso con el Cesar, a tal extremo, que aun después de su muerte será tenido como ejemplo”, señaló su amigo Evelio Daza.
El exalcalde de Valledupar Johnny Pérez Oñate expresó que “tengo la mejor experiencia con José Antonio Murgas, ha sido el político más carismático, a quien la gente más ha querido en el departamento por ser un hombre tan inteligente, por su don de gente, su familiaridad y originalidad. Esta es una gran pérdida para el departamento del Cesar”.
El último adiós a José Antonio Murgas se lo dieron sus familiares, amigos, la comunidad y dirigencia del Cesar en el Cementerio Central, donde fue sepultado, en medio de la tristeza, por lo que consideraron una pérdida irreparable.