Centro Cultural y de Convenciones de la Música Vallenata, santuario de juglares e historias del vallenato
A lomo de mula, por abruptos caminos, Juan Bautista Muñoz Guerra partía desde San Diego de las Flores, su pueblo natal, recogía la correspondencia en Valledupar y emprendía un largo viaje hacia Ciénaga, pasando por Valencia de Jesús, Los Venados y Fundación, entre los tantos villorrios ubicados en su ruta.
Era una tarea trabajosa, que paliaba con su sonoro acordeón guacamayo, al que le arrancaba cautivadoras melodías cada vez que arribaba a cada pueblo para anunciar su llegada.
Sus extenuantes travesías se convirtieron en canciones que narraban sus incidentes, enfermedades y hasta el pavor que le producía ‘Blasito´, un legendario forajido que atracaba a todo el que se cruzara por sus caminos.
El Cantor de los Caminos Reales o El Rey de la Puya, como se le conoció a Juan Muñoz, autor de La Vieja Gabriela y La Estrella, entre otros temas, dejó más canciones e historias, que serán custodiadas celosamente en el Centro Cultural de la Música Vallenata, que construye el Gobierno Lo Hacemos Mejor para resguardar el origen y la esencia del folclor vallenato.
La Casa del Vallenato, como se le ha denominado a este proyecto, será un santuario donde permanecerán guardados los bienes culturales, materiales e inmateriales, que hacen parte de la memoria histórica de la música vallenata tradicional.
El Centro Cultural de la Música Vallenata, un símbolo de la arquitectura moderna, brindará a sus visitantes espacios interactivos y académicos, para que conozcan el origen, evolución e importancia de una expresión folclórica y musical, que hoy es referente de la cultura colombiana ante el mundo.
El CCMV será también un agente generador de desarrollo económico.
Además de convertirla en un potencial destino turístico, el Centro Cultural de la Música Vallenata hará de Valledupar un referente del folclor colombiano, donde se atesora la música más bonita del mundo.